Gran pregunta y clara respuesta: ¡Claro que sí!
Lo que nos ocurre es que no nos han hablado mucho de nuestros niños interiores, han sido grandes desconocidos, no hemos tenido la oportunidad de conocerlos y darles un espacio recién nos estrenábamos en nuestra vida adulta. Ha sido mucho tiempo después cuando a lo mejor ha llegado este concepto a nuestros oídos.
¿Quién es este niño? ¿Por qué todos tenemos uno?
Para mí es una metáfora preciosa para hablar de quienes fuimos, de aquella infancia que vivimos y que ha dejado huellas, más o menos dolorosas o enriquecedoras, en nosotros. Esos niños son nuestros compañeros de viaje, ¿para qué? Necesitamos compañía para crecer, evolucionar, aprender, mejorar, conocernos, cuidarnos, potenciarnos, etc.…
Es cierto que muchas veces nuestros niños traen heridas que les impiden ayudarnos como necesitamos, es ese momento mágico en el que podemos trabajar para darle el espacio que necesita, reconciliarnos, abrazarle y a partir de ahí el tándem será imparable.
Puede que al principio nos de miedo adentrarnos a conocer nuestro niño y su mochila de viaje, es cierto, descubrir aquello que nos hizo daño y hacernos responsable de sanarlo es tarea difícil, hay que darnos tiempo, no hay prisa para comenzar la relación que sin duda se convertirá en la más importante de tu vida.
Tal vez piensas, “esto no va conmigo, yo a estas alturas soy mayorcito, no tengo niños de lo que hacerme cargo…” te preguntaría entonces… ¿alguna vez no entiendes ciertas reacciones emocionales que tienes o te cuesta manejar ciertas dificultades? ¿Te sorprendes en alguna ocasión hablándote mal, juzgándote o no confiando en tus habilidades? ¿tienes la sensación de cometer siempre los mismos errores?
Si has contestado que sí, o incluso has dudado a la hora de responder, debo decirte que tienes un niño al mando de tu vida ¿Cuándo? Al estar sometidos a estrés, ante los problemas, bajo gran carga emocional, cuando nos sentimos inseguros o con miedo, etc.…
La idea de que todo esto es una mala noticia puede que este invadiendo tu cabeza en este momento, es como si estuviésemos perdidos, sin embargo, te propongo verlo de otra forma, acabas de obtener poder y control, resulta que mejorar tu relación con ese niño se convertirá en la llave para mejorar muchos aspectos de tu vida e incluso encontrar respuestas lo que será la clave para conocerte mejor y de ahí directos a una mejor gestión de todo lo que te acontece. ¡Vaya! Visto así cambia bastante la peli ¿no crees?
Quiero compartir contigo por donde empecé yo en este viaje, sin prisas y sin presiones, simplemente dediqué un tiempo a cuestionarme cosas, hacerme preguntas y reflexionar, te daré algunos ejemplos:
- ¿Te gusta como te van las cosas?
- ¿Estás frustrada por cómo te comportas en algunos momentos?
- ¿No entiendes porque haces lo que haces?
- ¿Sientes satisfacción, calma, seguridad tanto como te gustaría?
- ¿Cómo te encuentras?
- ¿Sueñas con cambiar algo?
Estas son sólo algunas, tengo que reconoceros que cuando empiezas y le pillas el gusto fluye y no puedes parar.
Desde el mismo momento que todos hemos tenido una infancia llena de experiencias hemos construido a nuestros niños interiores. Llenos de plantillas de vida con información acerca de cómo funciona el mundo, las relaciones, etc.…. Con un sistema de creencias (en muchos casos muy limitantes) que se convierte en el motor de nuestros pasos para la vida adulta.
Te ANIMO a retomar esa relación, dale la oportunidad, escucha aquello que tiene que contarte, ¡te aseguro que habrá sorpresas y encontrarás el aliento que necesitas!
No tienes porque hacer este camino sola, si te apetece yo puedo acompañarte ¿no crees que merece la pena?